Reseña | “¿Quien asesinó a los puppets?” Cine Noir de marionetas.

“Mientras la comedia corre, el mundo construido por el film nos muestra un sorpresivo reflejo de la realidad, donde la discriminación y rechazo son los protagonistas.”

La trama nos sitúa en un mundo donde los humanos y marionetas conviven en conjunto, siento estas últimas, marginadas y tratadas como raza inferior. El conflicto ocurre cuando los protagonistas de un show de los 80′ llamado “HappyTime“, comienzan a ser asesinos. Es ahí donde el detective Phillips (Bill Barretta) y su compañera Connie Edwards (Melissa McCarthy) toman el caso.

La construcción de mundo es fascinante y espeluznante al mismo tiempo, ya que la cinta se introduce al submundo de todos los vicios humanos, como el lugar donde se crea pornografía, club de criminales, casa de drogadictos, entre otros lugares oscuros, que sirven de albergue para las marionetas, que han sido rechazada por esta sociedad racista. Estos lugares ha sido diseñados meticulosamente y creíble, por muy retorcido que lo muestre, son sitios que actualmente existen/hemos visto o sabemos que existen, pero acá han sido modificados para el uso de las marionetas.

La cinta está relatada por el mismo protagonista, el detective Phillips, al más puro estilo del cine noir, el cual este film, le debe demasiado. Queda en debe, porque en la película veremos los elementos clásicos de este cine oscuro, como lo son el detective rudo, las persianas venecianas en la oficina, la femme fatale, y por supuesto, la dualidad de la moral, en donde los asesinos pueden llegar a ser simpáticos y podemos conectar con ellos, como también los policías corruptos que no buscan usar su poder para el bien. Todos estos elementos caminan juntos, hasta hacerse indistinguible para el espectador, quien no puede tomar un juicio ético de que es correcto y que no.

Acá los protagonistas, cumplen con lo que se les pidió. Phillips, es un groso que circula por el abismo de lo correcto, oscilando entre lo que puede hacer un policía y lo que puede hacer un criminal, entrando a lugares que no debería, haciéndose pasar por otras personas, etc. Y junto a él tenemos a Connie, la coprotagonista humana, que aporta en gran medida con la gota cómica, desenvolviéndose muy bien entre los humanos y las marionetas. Siempre es bacan ver a Melissa en pantalla con su particular sentido del humor, entre negro y grotesco, una mezcla que a ella le asienta muy bien.

Todos estos detalles hacer ver el film como un excelente trabajo, pero también tiene sus yayitas. El gran problema de la cinta es que se agarra muy fuerte del cine noir, pero no la desarrolla como tan, ya que con su cargado humor negro y a rato un poco choqueante, pierde la seriedad que amerita una cinta que pone temas tan gruesos como la discriminación racial. Claro está, que si dejamos pasar esto, nos encontramos con un guión sencillo (incluso un poco mediocre) que va de A a B y funciona, como una película de comedia para adultos, los cuales reconocerán más de un referente.

Por ultimo no quiero dejar de mencionar el increible trabajo de hacer una película con marionetas, algo que hoy en día poco vemos a diario, y hacerlo de una forma muy natural. Realmente hay profesionales tras los “puppets“, y esto queda más que claro cuando finaliza la cinta y en los créditos aparece un poco del “Detrás de Cámara”, señalando el arduo trabajo tras esta (aparentemente) sencilla película.

Vayan a verla y disfruten de una película grotesca y atrevida, con marionetas como medio. De seguro pasaran unos 10 años más antes que hagan otra cinta así, no pierdan la oportunidad y miren algo distinto, sobre todo si suelen disfrutar el humor negro.