Años me costó asumir que me cuesta escribir sobre lo que sea, cuando el objeto en cuestión logra hacerme sentir cosas que nada más lo ha hecho. Por eso amo el cine y las series, porque me ha hecho sentir cosas que nada jamás en la vida me ha hecho sentir.
Aclarado mi defecto, intentaré seducirle para que vea una serie que me sorprendió.
Final Space nos presenta la historia de Gary, un don nadie, con aires fantasiosos de aventurero, que lleva detenido cinco años en una nave-cárcel, reparando satélites. Lo acompañan la I.A. de la nave, un molesto robot pseudo psicólogo y un reducido ejército de androides. Van por ahí, divagando por el eterno universo, cuando en su camino se cruza una cariñosa, redonda y verde criatura. El vacío de soledad del protagonista se ve inmediatamente ocupado por la presencia del misterioso ente, y sin pensarlo dos veces decide refugiarlo en su nave (que no es suya) y defenderlo de caza recompensas que lo buscan para cobrar un cuantioso premio.
Final Space, una serie de animación, no escatima en sarcasmo y misterios, poniendo en su primer capítulo, de veinte minutos, la imagen de un protagonista estúpido y un prófugo de apariencia adorable, pero provisto de un poder cataclísmico. De ahí en más, la serie se va perfeccionando con la historia de un villano altamente peligroso y poderoso, que hará lo imposible por capturar a la criatura y poseer su fuerza.
El planteamiento de lo que significa amistad es el caballo de batalla de esta producción, regalándonos momentos que nos conectarán con aquel vínculo tan preciado, tan diminuto, pero inmovible. La cuota de emoción, entre tanta acción y humor negro, se hace presente a gotas, pero no falla en su intervención, dándole una sorpresiva profundidad de la historia de los personajes y consistencia a la motivación de sus acciones.
Un verdadero reloj suizo, una orquesta armónica. Final Space, también tiene suspenso, drama y juegos con el espacio/tiempo que a mi corazoncito nerd tanto alegra. A eso agréguele una banda sonora que no falla al momento de acelerar o mantener el ritmo.
La serie creada por el increible comediante y actor Olan Rogers, fue desarrollada por el canal TBS, y distribuida como serie original de Netflix, se encuentra en la plataforma de streaming, para verla.
Omar “cinefilicoschile”.
La Volá Mística 